“En la noche de Brahman, la naturaleza está inerte, y no puede danzar hasta que Shiva lo desea: Él sale de su éxtasis y danzando envía a través de la materia inerte ondas pulsantes de sonido despertador, ¡y ya!, la materia también comienza a danzar, apareciendo como un círculo de gloria a su alrededor. Con su danza, sostiene sus múltiples fenómenos. Cuando el tiempo se completa, todavía danzando, destruye Él todas las formas y nombres mediante el fuego y confiere un nuevo descanso. Esto es poesía, pero no por ello deja de ser ciencia. “
“La física moderna nos ha demostrado que tanto el movimiento como el ritmo son propiedades esenciales de la materia; que toda la materia, ya sea en la tierra o en el espacio exterior, está en una danza cósmica continua.”
(El Tao de la Física, Fritjof Capra)
En este libro, El Tao de la Física, encuentro mucho sentido en relación a lo que aprendo con mi Maestro sobre la importancia de la PALABRA. Comprendo que las “ondas pulsantes de sonido despertador” son las PALABRAS que decimos, y que mueven con su danza la MATERIA.
Si asumimos entonces que el SONIDO, las PALABRAS, son ondas pulsantes que despiertan la materia inerte, no hay duda de la importancia de lo que DECIMOS y de lo que NOS DECIMOS en relación a lo que generamos, y a la vez es muy inquietante que hable de “materia inerte”, es decir que asume la materia como algo MUERTO que hay que DESPERTAR. INERTE significa que no tiene vida… Por lo tanto, con la PALABRA realizamos un acto simultáneo de dar VIDA a lo que estaba muerto, y dar muerte a la inercia que se instala en nuestra vida si no atendemos a lo que decimos, a las palabras que salen automáticamente de nuestra boca.
“La danza de SHIVA simboliza no solo los cielos cósmicos de creación y destrucción, sino también el ritmo diario nacimiento y muerte, considerado en el misticismo hindú la base de toda existencia. “
Observemos que dice que la materia comienza a danzar apareciendo como un “círculo de gloria”, entonces tenemos que atender a cuando NO es glorioso lo que generamos, eso nos dará la pauta para REDIRECCIONAR la PALABRA.
Luego dice que con su danza “sostiene sus múltiples fenómenos”, encuentro aquí un sentido muy importante que es el de SOSTENER nuestras creaciones, es decir que cuando logramos algo que deseamos, no alcanza con haberlo logrado, sino que hay que sostenerlo y hacerlo crecer, por más que logremos nuestras METAS, si no las sostenemos ni las hacemos crecer, llegamos hasta alcanzarlas, y allí no se termina la tarea, y muchas veces lo que más se dificulta es precisamente sostenerlas y hacerlas crecer.
Hacia el final del párrafo dice que “destruye ÉL todas las formas y nombres mediante el fuego y confiere un nuevo descanso”. Aquí encuentro sentido en que el Nuevo Paradigma nos enseña que el “cómo”, las formas, es algo que tenemos que aprender a no apegarnos, porque el Universo nos trae el “CÓMO” más adecuado para lo QUÉ queremos lograr, y casi nunca es el cómo que esperábamos, y muchas veces nos resistimos a desapegarnos del cómo que teníamos preestablecido.
El cómo nos queremos sentir es el único cómo que tenemos que elegir y alinear a lo que deseamos, luego las vías, los otros “cómo” llegaremos a la Meta o al objetivo que deseamos es lo que tenemos que aprender a destruir, es decir, a estar dispuestos a cambiar según lo que el Universo nos va presentando. Vaciarnos de las formas preestablecidas es un camino continuo que nos permite RECIBIR el cómo más adecuado a aquello que deseamos lograr.
A esta Danza continua nos invita el Dios de la creación y la destrucción.
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